-Sentáte!, me dice-
-Ok. Que me querías decir?
-Hoy fui a una panadería y la medialuna rellena me hizo acordar a vos. Sentí infinitas ganas de nadar en su relleno. Empalagoso. Pegajoso. Como vos. Pedí una docena. Tenés hambre?
-Me irritás!, no estás bien.
-Hago mate!
-Pfffff ok. Te espero acá
-No. Vení, acompañame.
-Ok
Miro como llena la pava con agua y pienso si alguna vez alguien vió acto tan hermoso. Enciende la hornalla y el diminuto estallido me queda retumbando no solo en mi oído. Se acompasa con el ir y venir de la sangre ke corre y recorre y se lo escupo:
-Sos hermosa nena
-Ya te dije que no me jodas mas con eso porque sabemos en que termina. Igual vos tambien sos hermosa pero basta. La cortamos acá.
-Y para qué me dijiste lo de la media luna?
-Bueh tambien a vos no se te puede decir nada!!
-Sabés lo que me cuesta decirte esto, dar el 1er paso, no me la compliques, si te morís de ganas tambien.
Silencio silencio silencio. Bajo la mirada, juego con mi pelo, limpio una mancha de la mesada, cuento los limones de la frutera y me dá un mate.
-Gracias.
-Se dice gracias cuando sabés que va a ser el último mate
-Entonces debería haberte dicho gracias esa tarde que me llevaste a la cama no?
Silencio silencio silencio. Nosé de donde saqué la cara para decir eso. Le pongo una cucharada de azucar al mate y la miro aunque tímidamente. Ceba uno, mira mi escote y sonríe. Me quiero hacer la enojada y no me sale nada mas que sonreír.
-Me volves loquita vos nena.- Le digo
-Ya lo sé, pero aflojemos que soy de carne tb y esto ya lo hablamos, es para peor. Lo sabés.
Larga una carcajada y empezamos a reír como dos locas queriendo escapar de una situación tensa. El impulso de abarcarla me acecha cada 5 segundos y lo detengo. Pará!. A veces odio ser tan ubicadita, ella es tan directa, y a la vez no, que me molesta.
-Hoy leí algo que quería decirte: "tengo tantas ganas de borrarte de mi mente que quizás si me dieran semillas de arroz yo seria un gran empresario de soja".
-Pongo musica!- Me dice
-Ey te dije algo importante. Dejá de hacerte la boluda che!.
Empieza a cantar mientras se acerca lento hasta mi. Abre sus piernas y se sienta encima mio enfrentandome. Me abraza por el cuello, entrelaza sus dedos en mi nuca y nos miramos fijo. Los gestos ya no son los mismos que hace 1 minuto. Los sesenta y dos kilos de carne, piel, huesos y entrañas ke desee tanto tiempo reencontrar son ahora míos. Nos recorremos con la mirada y te sé mía. Hasta empiezo ya a imaginar todo lo que voy a hacer con tu cuerpo en las proximas horas, días, meses.
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